En 'Mil y una muertes', Sergio Ramírez nos presenta al fotógrafo Castellón, un personaje enigmático dentro de la literatura hispanoamericana. A través de su lente, el lector observa la falsificación de las nacionalidades, la derrota de los ideales y utopías, y la persistente idea del canal por Nicaragua. La novela convoca al genio y la miseria en escenarios diversos, desde el puerto de Greytown hasta el ghetto de Varsovia y el monasterio de la Cartuja en Mallorca. Personajes como el mercenario Walker, la reina Victoria, Napoleón el pequeño, Flaubert, Turguéniev, George Sand y Chopin se dan cita en esta obra, junto con la pluma de Vargas Vila y la prosa de Rubén Darío.