Mis dos mundos es una crónica de un caminante que, de paso por una ciudad del sur de Brasil, encuentra un parque que se ajusta a su estado de ánimo. Sin embargo, poco a poco se da cuenta de que son sus propias impresiones y pensamientos los que personalizan el paisaje y sus habitantes. Lo que comenzó como una experiencia de hiperpercepción se convierte en un arriesgado ejercicio de hiperconciencia, oscilando entre la lucidez y el delirio. Esta obra despliega una mirada incisiva sobre las condiciones del presente y del pasado cercano, abordando temas como la mundialización, los extrarradios y la convivencia urbana con la naturaleza, dibujando un estado del alma entre la decepción y la incertidumbre.