En este libro, Carolin Emcke nos adentra en los recovecos de su propio deseo a través de un ensayo que oscila entre la memoria personal y la reflexión política y cultural. A partir de la culpa y el duelo por el suicidio de un antiguo compañero escolar con una homosexualidad conflictiva, la autora explora cómo nombrar aquello para lo que no se conocen palabras y cómo experimentar emociones para las que no se tiene nombre alguno. Con un lenguaje transparente y preciso, Emcke analiza las contradicciones sociales y saca a la luz los motivos más ocultos.