En este cómic, once dibujantes abordan el tema del suicidio juvenil desde sus perspectivas y estilos personales. Desde una fábula sin palabras de Loustal hasta el humor negro de Vuillemin, pasando por el universo fantástico de Tirabosco y la meditación en blanco y negro de Gotting, las aproximaciones son diversas, a veces conmovedoras, a veces poéticas. El resultado es una obra sincera y reflexiva.