Antonie, un joven reportero con un pasado sorprendente, se encuentra cubriendo el sepelio de un periodista famoso. En la iglesia, descubre reliquias de un supuesto santo al que le falta un dedo y se enfrenta a un terrorista que planea atentar contra el Presidente. Esta novela de Florin Lăzărescu, escrita con humor y sorna, ofrece un fresco de la Rumanía contemporánea.