En 'Nur eine Kleinigkeit', Henry, tras la muerte de su hermano, encuentra un trabajo en la tienda de Mr. Hairston. La maldad y el odio de su jefe le pesan cada vez más. En su desesperación, idea un plan: destruir la escultura de un anciano superviviente del Holocausto, impidiendo así su exposición. Sin embargo, tras su acción, Henry encuentra el valor para enfrentarse a Mr. Hairston, desenmascarándolo como un hombre malvado y violento, y abandona la tienda para siempre. En sus oraciones nocturnas, pide perdón por lo que le hizo al anciano judío, incluyendo también al dueño de la tienda. Esta historia narra el desarrollo mental y emocional de un adolescente.