En abril de 1956, Kruschev y el presidente de la Unión Soviética, Bulganin, tenían previsto visitar Gran Bretaña. Unos meses antes, Lord Louis Mountbatten tuvo un encuentro con María Nikolayevna Romanova, hija del zar de Rusia. María le informó de que un grupo de rusos leales al zar pretendía atentar contra la vida de Kruschev y Bulganin. Christopher Creighton, un espía de la Segunda Guerra Mundial, se hace cargo del caso. La novela gira en torno a hechos reales y ofrece una explicación de lo que pudo haber ocurrido en realidad.