En 'Once in a House on Fire', Andrea Ashworth relata su infancia marcada por la adversidad y la resiliencia. Tras la muerte de su padre, Andrea, su hermana y su madre enfrentan una vida itinerante de pobreza y la presencia de padrastros, algunos de ellos violentos. En medio de estas dificultades, la lectura se convierte en su vía de escape y refugio. Esta autobiografía es un testimonio conmovedor de superación y la búsqueda de esperanza en circunstancias difíciles.