Paddy Clarke, un niño irlandés, recorre las calles de Barrytown con sus amigos, jugando a vaqueros, grabando nombres en cemento fresco y provocando incendios. No son malos, solo inquietos. Cuando sus padres discuten, Paddy se queda despierto toda la noche para protegerlos. El cambio siempre llega, aunque no siempre para bien. Esta novela captura la inocencia y la confusión de la infancia a través de los ojos de un niño en un mundo en constante cambio.