En 1789, la fragata Tempest llega a Sydney, la capital de la colonia británica en Nueva Gales del Sur. Su capitán, Richard Bolitho, anhela ser enviado de vuelta a Inglaterra, pero en cambio, recibe la orden de patrullar las rutas comerciales del sur. En esta misión, deberá enfrentarse a los peligros de los vientos cambiantes, los piratas y los salvajes isleños. Sin embargo, le acechan temores aún mayores: los hombres del Bounty se han amotinado en estas mismas aguas, y desde la lejana Europa llegan noticias de una revolución en Francia.