Pip McCabe, de 30 años, afirma no necesitar ni un hombre ni dinero, aunque sus amigas y hermanas creen que se beneficiaría de tener un poco más de ambos. Pip se toma muy en serio su trabajo de payasa, ya sea en fiestas infantiles o en hospitales. Zac Holmes, de 34 años, tiene una exitosa carrera, un piso fabuloso y un hijo de 6 años. Cuando Zac y Pip se conocen, no es amor a primera vista. ¿Qué pueden tener en común una payasa y un contable? En un animado contexto de fiestas, parques, hospitales y hoteles, intentan descubrirlo.