Este libro examina cómo la piratería, un fenómeno que se pensaba confinado a la historia, es una vez más un problema mundial. Analiza los ataques que han tenido lugar en el Estrecho de Malaca, el Golfo de Guinea y frente a la costa de Bangladesh, y cuestiona cómo las fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz pueden intentar devolver la estabilidad y la seguridad a los océanos del mundo. Lo que comenzó como una patrulla para combatir el saqueo comercial de las poblaciones de peces somalíes se ha convertido en un negocio muy organizado y lucrativo. En un país devastado por la guerra, los piratas han traído esperanza y pueblos enteros dependen de la riqueza que aportan, incluso se les ha comparado con Robin Hood. Pero estos bucaneros modernos no deben ser idealizados: sus ataques son cada vez más violentos y están cada vez más en posesión de armas automáticas y granadas propulsadas por cohetes.