Cuando Kelsey Reed despierta del coma, su mayor deseo es reunirse con su esposo, Cooper. Sin embargo, su petición genera sorpresa y desconcierto a su alrededor, incluso el propio Cooper la trata como a una extraña. Kelsey intenta mantener la calma, esperando que todo vuelva a la normalidad una vez en casa, pero tiene la sensación de que algo se le escapa. Kelsey ha perdido la memoria y no solo ha olvidado que se divorció de Cooper dos años atrás, sino también que fue ella quien lo abandonó. Los médicos advierten a Cooper que Kelsey aún no está preparada para afrontar la realidad y que debe fingir que sigue viviendo con una mujer que dejó de ser su esposa, pero a la que todavía ama.