En Réquiem, Antonio Tabucchi nos sumerge en un estado entre la conciencia y la inconsciencia, donde la experiencia de lo real se entrelaza con la percepción del sueño. Un hombre se encuentra en una Lisboa desierta, sin saber cómo ha llegado allí, con la misión de encontrarse con un personaje ilustre ya fallecido. A lo largo de doce horas, el protagonista revive recuerdos y momentos clave de su vida, intentando desentrañar su estado alucinatorio. Pasado y presente se funden en un viaje onírico donde los límites del tiempo se desdibujan.