En la tercera entrega de la serie de Jan Fabel, el detective se enfrenta a una serie de asesinatos con un modus operandi escalofriante: las víctimas son despojadas de su cuero cabelludo y se encuentra pelo rojo teñido en la escena del crimen, cortado veinte años atrás. Fabel descubre que las víctimas formaban parte de un grupo anarquista en los años 70, y los miembros restantes se dan cuenta de que un asesino implacable los persigue, buscando venganza por traiciones pasadas. Una trama inteligente que hiela la sangre.