Bailey Westmoreland siempre ha tenido una regla de oro: no enamorarse de un hombre que la aleje de su hogar. Sin embargo, se encuentra viajando a Alaska tras los pasos de Walker Rafferty. Inicialmente, su intención es disculparse con el atractivo ranchero y cuidarlo durante su recuperación. Pero pronto, Bailey se da cuenta de que su hogar está donde Walker esté, siempre y cuando él esté dispuesto a aceptarla por completo. Esta es una historia de amor y superación, donde los personajes desafían sus propias normas para encontrar la felicidad.