Lizzie Burns, una mujer de treinta y tantos años, vive entre dos mundos: es estudiante madura y madre en el último año de una carrera de inglés, atrapada en un choque cultural desesperadamente triste y, a menudo, hilarantemente divertido. Calificada de 'no tener la cabeza en su sitio' por su resentido marido, su disgustado padre y los habitantes del pequeño pueblo costero donde vive, debe hacer malabarismos con las heroínas trágicas de Shakespeare con las exigencias de tres hijos rebeldes; y evitar su temor de no estar hecha para la sagrada Facultad de Artes. A medida que se acercan los exámenes finales, Lizzie empieza a sentir lo fácil que podría perder el control y ver cómo sus aspiraciones y su familia se le escapan de las manos. Pero esta mujer no se deja derrotar tan fácilmente...