Lou Winter encuentra una vieja revista en la sala de espera del dentista y un artículo sobre cómo deshacerse del desorden. Lo que comienza como una limpieza de primavera de los trastos domésticos no deseados, pronto se descontrola. Lou contrata contenedores gigantes para tirar la gran cantidad de basura que nunca supo que tenía. Sus seres queridos se preocupan. ¿De dónde ha salido toda esta energía? ¿Por qué limpiar los armarios es de repente más importante que preparar su desayuno? La verdad es que cuantos más contenedores llena Lou, más basura deja escapar, más luz y aire pueden llegar a esos lugares dolorosos y cerrados en el centro de su casa: una habitación preparada con amor para un bebé que nunca tendrá; un espacio vacío que una vez ocupó su mejor amiga Deb; y una herida abierta por la aventura de su marido hace tres años. Incluso Tom Broom, el hombre que entrega los contenedores de Lou, empieza a preocuparse por su mejor cliente. Pero Lou es una mujer con una misión, y ni siqui