En este divertido libro, Stink pone a prueba sus habilidades de escritura al quejarse de un caramelo gigante que no rompió su mandíbula, ¡y termina recibiendo una enorme caja llena de dulces gratis! Pero está tan concentrado en obtener obsequios que se olvida del cumpleaños de su mejor amigo, Webster, lo que provoca que este deje de hablarle. Con la ayuda de su papá, Stink sorprende a su clase con una piñata llena de dulces, dándose cuenta de que, aunque los obsequios son buenos, ¡los amigos son aún mejores!