Este libro es un análisis crítico de la teoría social europea en su período clásico, desde mediados del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. Anthony Giddens explora las implicaciones de este encuentro para las ciencias sociales actuales, abordando temas como la metodología, el desarrollo social, los orígenes de la sociología y el estatus de la ciencia social como crítica. Giddens desafía las ortodoxias existentes y propone una reconstrucción de la teoría social contemporánea.