Cuando Samantha Harrigan asiste al rodeo local, no espera terminar en la cárcel. Pero eso es lo que sucede cuando intenta evitar que un borracho abuse de su caballo. Tucker Coulter, un apuesto veterinario local, sale en su defensa y ambos son arrestados. Los cargos son retirados, pero los problemas de Sam no han hecho más que empezar... Sus caballos de cuarto de milla campeones están enfermando y el culpable es el veneno. Como beneficiaria del seguro, Sam es la principal sospechosa. Sin dejarse influir por los rumores que circulan por la ciudad, Tucker se ofrece a ayudar a demostrar su inocencia. Sam, sin embargo, se siente incómoda al aceptar su ayuda... y por la forma en que él la hace sentir. ¡Si tan solo pudiera creer en él como él parece creer en ella!