Heredero de una poética que se remonta directamente desde la estirpe de los Hugo Claus, Paul Snoek y Stefan Hertmans, la poesía de Temmerman refleja la cotidianeidad de la vida, los sencillos elementos que determinan el día a día y, en definitiva, aquello que el poeta entiende que es más importante que la aparente fastuosidad que podría deslumbrar al resto de mortales, y con su forma de observar el mundo engrandece el detalle.