Tras un accidente de tráfico, la fiscal Katie DeMaio es ingresada en el hospital Westlake. Una noche, desde su ventana, cree ver a un hombre cargando el cuerpo de una mujer en el maletero de un coche. Al día siguiente, Katie comienza a investigar un suicidio que parece un asesinato. Las pruebas iniciales apuntan en otra dirección, pero el médico forense Richard Carroll descubre un rastro que conduce al Dr. Edgar Highley, sospechando que su trabajo 'curando' a mujeres infértiles es más que controvertido, siendo engañoso, depravado y a menudo mortal. Antes de que Richard pueda compartir sus temores con Katie, ella se somete a una cirugía rutinaria en el quirófano del Dr. Highley.