En un tranquilo suburbio de Filadelfia, una mujer encuentra a una niña asesinada y posada en un banco recién pintado, junto a una invitación a un baile de té. Días después, dos víctimas más aparecen en una casa abandonada, también posadas y con invitaciones idénticas. Los detectives Kevin Byrne y Jessica Balzano se enfrentan a un asesino metódico que deja muñecas de porcelana como mensaje y amenaza. Con el tiempo en contra, Byrne y Balzano deben descifrar la conexión entre los asesinatos antes de que otra niña sea arrebatada de las calles.