En la vigésima segunda entrega de la serie del Comisario Brunetti, Donna Leon nos lleva de nuevo a Venecia, donde Brunetti se enfrenta a un caso que comienza con la muerte de un hombre sordomudo con la edad mental de un niño, que trabajaba en la tintorería de la esposa de Brunetti. Paola, la esposa de Brunetti, está muy afectada por la noticia y le pide a Guido que investigue el caso. Brunetti descubre que no hay registros oficiales de la existencia del hombre y que su madre parece ocultar algo. Con la ayuda de sus compañeros, Brunetti intentará descubrir la verdad.