Trevor recibe una oferta de su madre: 30 libras por pasear al perro todos los días de las vacaciones. Pero Streaker no es un perro ordinario, ¡es un cohete de cuatro patas con un ladrido adjunto! Trevor está seguro de que debe haber una forma de controlarla, y Tina, su mejor amiga, sabe sobre el entrenamiento de perros. Sus intentos, que involucran cosas como un par de patines, un teléfono móvil y una bicicleta, siempre conducen a problemas. El horrible Charlie Smugg apuesta a Trevor a que no puede entrenar a Streaker antes de que terminen las vacaciones. Pero Trevor y Tina construyen un plan de ensueño y Charlie tiene que tragarse sus palabras.