Ambientada en el sur profundo de Estados Unidos en 1914, esta novela de David Mamet narra la historia de Leo Frank, un hombre judío acusado falsamente del asesinato de una joven. La trama explora temas de prejuicio, justicia y la identidad judía en un contexto de creciente antisemitismo. A través de un lenguaje conciso y estilizado, Mamet profundiza en el estado mental de Frank mientras enfrenta un juicio injusto y las consecuencias devastadoras de la intolerancia.