En el año 2007, tres superpetroleros arden en el estrecho de Ormuz, lo que provoca que los precios mundiales del petróleo se disparen. La inteligencia militar estadounidense llega a la conclusión de que Irán está detrás de esta catástrofe, con la ayuda de una China expansionista. El almirante Arnold Morgan, asesor de seguridad nacional del presidente, amenaza a la armada iraní con la aniquilación y despliega la marina estadounidense en Ormuz junto con el submarino nuclear USS Shark, que transporta dos equipos de los Navy SEAL. Con la marina estadounidense distraída, China puede lanzar un ataque contra Taiwán, el débil aliado de Estados Unidos. La situación es crítica cuando se produce un motín a bordo del USS Shark, poniendo en peligro toda la operación.