En 1962, el joven teniente Tromp Kramer de la Brigada de Homicidios y Robos de Trekkersburg es enviado a Jafini, un pequeño y polvoriento pueblo en el norte de Zululandia, para investigar la muerte heroica del jefe de detectives del pueblo, Maaties Kritzinger, otro inconformista afrikáner con muchos secretos. A medida que avanza la investigación, Kramer se identifica cada vez más con la víctima. Entonces, su camino se cruza con el del sargento detective bantú Mickey Zondi, que está intentando localizar a un asesino múltiple cuya ejecución sumaria calmará los espíritus de sus antepasados. A pesar de las diferencias raciales, los dos hombres sienten un parentesco que podría resultar peligroso en la Sudáfrica rural en el año del encarcelamiento de Nelson Mandela.