En la década de 1990, el sudeste asiático y sus economías de rápido crecimiento eran la envidia del mundo. Los líderes de la región se jactaban de que sus sociedades, basadas en el trabajo duro y los valores familiares, eran superiores a las del decadente Occidente. Luego vino la crisis financiera de 1997. Este estudio examina en detalle el milagro que se agrió, incluyendo: el debate sobre la existencia de valores asiáticos; la relación entre democracia y autoritarismo; la Generación X del sudeste asiático, tan salvaje y despreocupada como cualquier adolescente occidental; los líderes políticos y empresariales de la región; el desastre medioambiental que asola la región; y la política de poder - entre Rusia, China y Estados Unidos - en la región.