Leah está rota y ya no pinta desde el accidente que se llevó a sus padres. Axel, el mejor amigo de su hermano mayor, decide acogerla en su casa durante unos meses con la intención de ayudarla a recuperar la alegría y el color que un día tuvo. Sin embargo, Axel no sabe que Leah siempre ha estado enamorada de él, y que esta convivencia cambiará sus vidas para siempre. Una historia de amor prohibido, noches estrelladas y vinilos de los Beatles donde a veces, basta con un «deja que ocurra» para tenerlo todo.