En 'Tom, petit Tom, petitó, Tom', conocemos a Tom, un niño que a menudo se queda solo porque a su madre, Joss, le gusta salir de fiesta los fines de semana. Tom tiene que ingeniárselas para sobrevivir, robando frutas y verduras de los huertos de los vecinos para alimentarse. Sin embargo, el miedo a ser atrapado y llevado por los servicios sociales siempre está presente, ya que su madre no sabe si podría recuperarlo. Una noche, mientras busca comida en un huerto desconocido, Tom encuentra a Madeleine, una anciana de noventa y tres años, tirada entre las coles, llorando porque no puede levantarse. Sin la ayuda de Tom, la anciana podría haber muerto.