En el siglo XIX, vientos de guerra azotan y el Montseny se convierte en refugio de forajidos y bandoleros. En medio de este caos, la gente de Can Goità encuentra un bebé abandonado en el bosque. Este niño no es como los demás, ya que una sorprendente amistad lo une a una bandada de cuervos de las montañas. Sus ojos, tan vivos como los de un pájaro, poseen una mirada oscura y profunda. Ganador del Premio Josep Maria Folch i Torres en 1995.