En 1958, Elena, una joven rumana, se enfrenta a la oposición de sus padres al casarse con Jacob, un judío. Persiguiendo su sueño, abandona la Rumanía comunista y antisemita de Ceaușescu para emigrar a Estados Unidos, donde se hace llamar Helen y reniega de su pasado. Sin embargo, veinte años después, se encuentra con una realidad que se le escapa: la independencia de su hijo, a quien ha sacrificado todo, y su matrimonio con Marie, una francesa. Helen desaprueba a Marie, a quien considera egoísta y arrogante, mientras que Marie teme a su suegra, cuyo silencio oculta una creciente hostilidad. A pesar de sus diferencias en origen, valores y apego al mismo hombre, entre estas dos mujeres surge un vínculo que se asemeja al amor.