En septiembre de 1940, un grupo de refugiados huye de Francia a través de los Pirineos, buscando escapar de la barbarie europea. Su destino inicial es Portbou, un pueblo fronterizo clave en su exilio. Sin embargo, no todos logran continuar su viaje. Benjamin Walter, un apátrida, es hallado muerto. Setenta y cuatro años después, el narrador viaja a Portbou para investigar las últimas horas de Walter Benjamin, explorando los límites entre la crónica de viajes, el ensayo y la novela, reflexionando sobre la ética y la estética benjaminianas.