Madeline Prescott decide trabajar como profesora en la prestigiosa escuela de señoritas de la señora Harris para limpiar la reputación de su padre, quien fue injustamente difamado en su ciudad natal. Su objetivo es conocer al científico que puede demostrar que el uso de óxido nitroso no causó la muerte de una paciente durante una intervención. Para lograrlo, necesita la ayuda de Anthony Dalton, un joven libertino de dudosa reputación que busca inscribir a su sobrina Tessa en la escuela. Madeline y Anthony hacen un trato: ella convencerá a la señora Harris de que él es la persona adecuada para dar lecciones a las jóvenes sobre cómo evitar a un canalla, a cambio de que él la introduzca en los círculos de la alta sociedad donde pueda encontrar al inventor del óxido nitroso. Sin embargo, ninguno de los dos espera que los encantos de la profesora cautiven al vizconde granuja, ni que la señorita Prescott se sienta atraída por un libertino que podría conquistar su corazón y su mente.