En un pequeño pueblo olvidado en el corazón del Alto Atlas marroquí, dos policías intentan llevar a cabo una investigación y se enfrentan a la dureza del paisaje y del clima, así como a la simplicidad frustrante de los habitantes. A través de sus divertidas aventuras, Driss Chraïbi describe el Marruecos posterior a la descolonización. Denuncia, no sin ironía, la cretinización del pueblo por parte de la 'jefatura' y los peligros de un 'progreso' occidental que tiende a destruir los valores tradicionales de la sociedad árabe-bereber.