Tras sufrir varias semanas de intimidación, dos ancianas son asesinadas con pocos días de diferencia. La policía cree que los crímenes son obra del mismo autor. No muy lejos de allí, Gillian Ward lleva una vida aparentemente tranquila, que parece perfecta a los ojos de su vecino, Samson Segal. Obsesionado con Gillian, este marginal pasa los días siguiéndola y espiando cada uno de sus movimientos. Cuando Tom, el marido de Gillian, es encontrado muerto en su casa, asesinado con el arma utilizada en los asesinatos de las ancianas, todas las sospechas recaen sobre Samson, el observador.