Este libro narra la vida de Victoria Díez, una maestra que ejerció su vocación en un pequeño pueblo de la sierra cordobesa, Hornachuelos. Su entrega a la enseñanza estaba profundamente arraigada en su fe cristiana y en los principios de Pedro Poveda y la Institución Teresiana. En 1936, ante el estallido de la violencia en España, Victoria decide permanecer en su pueblo junto a su gente, donde finalmente es fusilada el 12 de agosto. Esta obra relata su corta pero intensa vida, marcada por el amor a Dios y su dedicación a los demás a través de la enseñanza.