En 'Vivos y muertos', Alberto Vázquez-Figueroa nos presenta a Aquiles Troyano, un ingeniero de caminos que trabaja en la Administración del Estado. Troyano se ve envuelto en una investigación para denunciar la corrupción dentro de su propio ministerio, lo que provoca hundimientos y accidentes en la construcción del Tren de Alta Velocidad. Esta novela es una crítica lúcida y premonitoria de las tramas de corrupción que anteponen sus intereses a la seguridad y la vida de los ciudadanos.