Lorna Larkham, hija de una célebre ilustradora, ha pasado años intentando estar a la altura del talento de su madre, pero tras una decepcionante etapa en la escuela de arte y una desastrosa incursión en el mundo del arte, ha llegado a la conclusión de que simplemente no tiene la chispa creativa. Pero cuando una amiga moribunda la insta a vivir sin miedo, Lorna se obliga a dar un último salto de fe: volver al campo y comprar la pequeña galería de arte que recuerda con tanto cariño de su infancia. Sin embargo, la galería está en apuros y Lorna no sabe cómo salvarla. Hasta que conoce a Joyce Rothery, una famosa artista local que no pinta desde hace años pero que todavía está rebosante de ideas; si alguien puede romper con el duro exterior de la anciana, esa es Lorna. Entonces Joyce tiene que dejar de lado su ferozmente protegida independencia y recurrir a Lorna en busca de ayuda. Cuando otros amigos -y un antiguo amor- que luchan sus propias batallas también aparecen en la puerta de Lorna