Jamie Ball recibe una llamada telefónica aterradora de su prometida, Logan Somerville. Ella acaba de entrar en el estacionamiento subterráneo debajo del edificio de apartamentos donde viven en Brighton y ha visto a un hombre actuando de manera extraña. Entonces grita y el teléfono se corta. La policía llega a la escena en minutos, pero Logan ha desaparecido, dejando atrás su auto estacionado y su teléfono celular. Esa misma tarde, unos trabajadores que cavan un viejo camino de asfalto en un parque en otra parte de la ciudad, desentierran los restos de una joven de unos veinte años, que probablemente ha estado muerta durante 30 años. Al principio, para el superintendente de detectives Roy Grace y su equipo de crímenes mayores, estos dos eventos parecen totalmente desconectados. Pero luego otra joven desaparece en Brighton y otro cuerpo del pasado sale a la superficie. Al mismo tiempo, un hombre extraño visita a un eminente psiquiatra de Londres, afirmando tener una información sobre la mujer desaparecida, Logan, que resulta, al principio, ser errónea, o eso parece. Es solo más tarde que Roy Grace se da cuenta de que esta única cosa es la clave tanto del pasado como del presente, y ahora, sin ninguna duda, sabe que Brighton tiene a su primer asesino en serie.