Los indios de Norteamérica nunca dominaron la metalurgia del hierro, y sus cuchillos originales eran de pedernal o de hueso. Fue a partir de su progresivo contacto con los colonos europeos que fueron adquiriendo hojas de acero, muchas veces de desecho o de dudosa calidad. Con ellas construían sus cuchillos y fundas, y esta pieza es una recreación acorde al período y a sus símbolos.
Con sus 18 cm de hoja, 29 de longitud total y 32 envainado, es un cuchillo hermoso y robusto, y ha sido completamente elaborado a mano por mi.