El álbum homónimo de Days of the New, lanzado en 1997, es una obra que fusiona rock alternativo, grunge y elementos acústicos. Con letras introspectivas y melodías melancólicas, el álbum explora temas de soledad, desilusión y búsqueda de identidad. La voz distintiva de Travis Meeks y la instrumentación atmosférica crean una experiencia auditiva intensa y emotiva. Este álbum debut marcó el inicio de la carrera de Days of the New y sigue siendo un referente del rock alternativo de los años 90.