- El optimismo de los filósofos ilustrados sobre la humanidad o sobre «el estado de naturaleza » no casa bien con la tozudez de la realidad histórica a poco que se analice fríamente y de forma rigurosa. Pero tampoco se pueden sustentar las visiones nihilistas que solo reparan en «el horror», en lo más oscuro del alma humana, desechando como fruto de farisaicas «convenciones sociales» o inconfesables «recovecos psicológicos» todo acto desinteresado, todo altruismo, toda filantropía, en definitiva, toda bondad. Más allá de constatar un océano de sufrimiento del ser humano por obra de otros seres