- «Lo pones a dormir de costado, ¿no?», «¿Ya sostiene la cabecita?», «¿Ya gatea?», «¿Todavía no camina?» «¿Le has comprado caminador?» ¡Uf! Como si los padres no tuviéramos dudas sobre el cuidado de los bebés, aparecen los amigos, los expertos y los opinadores habituales mareándonos con consejos y recomendaciones. Y luego viene la industria de la puericultura, con su oferta de tronas, sillas, mochilas, hamacas y toda clase de artilugios que supuestamente velan por el crecimiento adecuado del niño.