- Al pensar en una persona con autismo lo primero que se nos pasa por la cabeza es la imagen de aquellos niños con un aire distante, que no miran a los ojos y que hablan más bien poco. Es solo cuando tenemos la oportunidad de conocer a alguien con esta condición que podemos comenzar a intuir qué es y se nos abre todo un mundo desconocido, casi invisible.