- Claudia: Dígame, doctorà ¿cuánto vale el nombre de las personas en este país? ¿Vale menos mi apellido que cambiar los teclados de la campaña de electricidad? ¿Vale menos que lo que usted pueda negociar con un juez corrupto? Dígame, Loche, la verdad, para ustedes vale menos que una puteada, ¿no? //