El Compendium Geographicum de la Biblioteca Carolina de Uppsala, fechable hacía 1660, parece ser, haciendo honor a su título, una breve y sumaria exposición escrita sobre los saberes geográficos de la época, acompañada de unos mapas ricamente iluminados y una síntesis de toda la labor cartográfica de Pedro Teixeira a diferentes escalas, resultado de empresas que consumieron buena parte de su existencia. Cartografía que, en lo que a la Península se refiere, es el resultado de un minucioso y dilatado trabajo de campo, del que hay constancia documental; lo que viene a enmendar el vacío atribuido hasta hoy a la producción cartográfica peninsular del siglo XVII.