Después de la toma del poder por Adolf Hitler y los nazis en el año 1933, las monedas recién acuñadas reflejaron la ideología nazi a través de representaciones del águila imperial y de la esvástica.
En la guerra dejaron de acuñar con metales nobles debido a la enorme fabricación de armamento(la cual necesitaban cobre), y pasaron a acuñar en zinc, material menos aptro para fabricar armamento